Dolor agudo: Aparece de forma repentina e intensa, generalmente como consecuencia de una lesión, golpe o esfuerzo físico.
Dolor crónico: Es un dolor persistente que se mantiene durante semanas, meses o incluso años, y suele estar asociado a enfermedades de fondo o lesiones mal tratadas.
Dolor inflamatorio: Se produce por la inflamación de los tejidos, como ocurre en casos de artritis u otras condiciones autoinmunes.
Dolor degenerativo: Está relacionado con el desgaste natural de las estructuras musculoesqueléticas, como en la osteoartritis u otras enfermedades articulares relacionadas con la edad.
En Movilidad Sin Dolor entendemos que cada tipo de dolor tiene un origen, un impacto y un tratamiento diferente. Por eso, ofrecemos un enfoque integral y personalizado, para ayudarte a recuperar tu bienestar desde la comodidad de tu hogar.